El mortero de lana de roca destaca por su excelente resistencia al fuego, su capacidad de aislamiento térmico y acústico, y su baja toxicidad. A diferencia de otros materiales, mantiene sus propiedades incluso a altas temperaturas y se adapta fácilmente a distintas superficies, garantizando una protección pasiva eficaz y sostenible. Además, no contiene sustancias peligrosas y presenta un menor impacto ambiental.